DE NÁPOLES A PONZA
Sus vacaciones de ensueño comienzan en Nápoles, la capital de Campania. Con el monte Vesubio a un lado y el cristalino mar Mediterráneo al otro, Nápoles tiene un ambiente único. Las pintorescas callejuelas están flanqueadas por fachadas de casas históricas con tejados de tejas rojas. Los comerciantes que venden delicias napolitanas demuestran sus habilidades culinarias en cada esquina. Para los veraneantes en yate, el Club Náutico de Nápoles ofrece toda una gama de lujosas comodidades. Tras una bienvenida a bordo, su capitán se dirige a la Isola di Ponza. Esta pequeña isla virgen está considerada un paraíso para los veraneantes en yate. Una bahía de fondeo sigue a la siguiente, invitándole a darse un chapuzón en el refrescante mar Mediterráneo. Los que anhelen un animado ambiente de ciudad portuaria pueden amarrar en uno de los puertos deportivos y dejarse llevar por el ambiente italiano. Un motivo de postal y visita obligada en Ponza son los Faraglioni di Lucia Rosa, en el oeste de la isla. Contemple la belleza natural y disfrute de una comida en uno de los restaurantes de pescado de la Costa Amalfitana.
DE PONZA A VENTOTENE
El viaje continúa hacia Ventotene, otra perla de las islas Pontinas. Con una superficie de unas 150 hectáreas, el archipiélago alberga a unos 750 habitantes, el lugar ideal para relajarse y disfrutar del paisaje. Con diversos paquetes de bienestar a bordo, podrá disfrutar de un descanso de lujo. Los aficionados a los deportes acuáticos podrán descubrir el pintoresco mundo submarino de la región en las zonas de buceo.
DE VENTOTENE A CAPRI
Desde Ventotene, el tercer día de su crucero le llevará a Capri, el punto culminante de su ruta. En la que probablemente sea la isla más famosa de Italia, el glamour internacional se une a la naturaleza virgen de los acantilados rocosos. Durante siglos, Capri ha sido la isla de vacaciones de los ricos y famosos del mundo. Una visita a la Gruta Azul es absolutamente imprescindible en Capri. El deslumbrante azul de la gruta de agua le dejará sin aliento. Las huellas históricas de los antiguos habitantes de la isla en Villa Jovis también merecen una visita. Experimente el verdadero ambiente de Capri cenando en la Terrazza Brunella. Con una fantástica vista del paisaje único, su estancia será como unas vacaciones culinarias de ensueño.
DE CAPRI A AMALFI
El cuarto día comienza y usted se dirige a Amalfi. La romántica ciudad portuaria se acurruca contra los acantilados rocosos como ninguna otra y tiene un aire incomparablemente original. Las fachadas de colores típicos y las calles empinadas y toscamente empedradas caracterizan la imagen de la ciudad. La antigua capital de la República Marítima de Amalfi fue un centro comercial para mercaderes de toda Europa. Aún hoy puede sentirlo mientras pasea por sus sinuosas calles. Disfrute de una pintoresca puesta de sol mientras cena en Le Palme, justo encima del puerto deportivo.
DE AMALFI A POSITANO
Al día siguiente le espera Positano, otra perla del "Sendero de los Dioses", que conecta las distintas localidades costeras de la región. La ciudad es conocida por su inusual moda y su idílica ubicación al pie de los acantilados. Atraque su yate en el fondeadero frente al paseo marítimo y disfrute de una fantástica vista de Positano. Pasee por las pintorescas callejuelas de la pequeña ciudad y saboree de nuevo las delicias del oeste de Italia.
DE POSITANO A POZZUOLI
El sexto día, cruzará el Golfo de Nápoles en su yate de lujo y se dirigirá a la ciudad portuaria de Pozzuoli. En el Porto di Pozzuoli le esperan un servicio excelente y conexiones ideales con los lugares de interés de los alrededores. El Rione Terra, el corazón de la ciudad, merece especialmente una visita. Disfrute de la última noche de su crucero con una cena a bordo o en uno de los excelentes restaurantes.
DE POZZUOLI A NÁPOLES
De vuelta en el puerto deportivo de Nápoles, le espera el ambiente de la famosa ciudad italiana. Relajado tras una maravillosa estancia a bordo, puede aprovechar para visitar los lugares de interés de Nápoles, como la famosa ciudad de Pompeya. Tras el crucero, los amantes del placer podrán disfrutar de unos días más en las playas de la región para dejarse mimar por los relajantes rayos del sol.
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